Hemos recopilado una lista de los mejores consejos y sugerencias para que puedas decir con orgullo «me paso al consumo consciente» y empieces a poner de tu parte por el medio ambiente y la ecología.

Consumo consciente de ropa
«Moda rápida, tejidos baratos, compras impulsivas, adquisición espontánea de artículos innecesarios en ventas flash… El problema del consumo (in)consciente de cosas es uno de los más acuciantes del siglo XXI.

He aquí una lista de reglas que te ayudarán a cambiar esta situación, al menos en tu propia familia:

  • Compra ropa y calzado de calidad, de materiales fiables y que te duren al menos unas cuantas temporadas.
  • No caigas en los anuncios de nuevas colecciones de ropa, los llamamientos agresivos, las rebajas y los descuentos. En realidad no ahorrarás dinero, sino que lo malgastarás (y fomentarás la hiperproducción, la lacra de la industria de la moda actual).
  • Haz un inventario periódico de tu armario. Si no puedes evitar las compras innecesarias, al menos no las tires, sino envíalas a reciclar o a la beneficencia.
  • Intenta ceñirte a un solo estilo de vestir y evita perseguir las tendencias de temporada.

Este concepto de consumo consciente se llama en inglés «slow fashion». ¡Recoge el lema: «Quality over quantity»!

Consumo consciente de alimentos
La sobreproducción de alimentos es otro de los problemas globales a los que se enfrenta la humanidad hoy en día. Muchos países publican cifras escandalosas sobre la cantidad de toneladas de alimentos que se envían regularmente al cubo de la basura. Por ejemplo, según un informe de la ONU, en Estados Unidos se destruyen hasta 40 toneladas de todos los alimentos producidos.

Si no quieres contribuir a estas cifras, intenta seguir los siguientes principios de consumo consciente de alimentos

  • No compres más de lo que puedas comer. No vayas a la compra con el estómago vacío, no te dejes llevar por las etiquetas de colores y compra sólo los productos de la lista que hayas hecho de antemano.
  • Elige frutas y verduras poco apetecibles (pero de calidad), y no descuides los productos ligeramente arrugados o asimétricos. Estadísticamente, son los que los supermercados tiran sin vender con más frecuencia.
  • Si piensas comer algo que has comprado en un futuro próximo, elige un artículo con la fecha de caducidad más corta. Así reducirás el porcentaje de productos caducados que se dan por perdidos.

Como sugieren las experiencias de los países, el consumo consciente de alimentos puede, en general, contribuir de forma excelente a la salud y los hábitos alimentarios de la población.